Intervención con Juan Rubio en el Dique de Santa Catalina (Punta Liquerique)
Gijón, Asturias, Noviembre de 2025
Intervención del paseo inferior (unos 350m2) y del paseo superior (unos 150m2).
Intervenir en el Dique de Santa Catalina supuso para Juan Rubio y para mi, enfrentarnos a un lugar cargado de identidad.
Desde el primer momento tuvimos claro que la intervención tenía que dialogar con un espacio profundamente presente en la memoria colectiva de Gijón: un lugar que la gente recorre cada día haga lluvia, sol o viento.
La escala del enclave y su visibilidad desde numerosos puntos de la ciudad nos llevó a trabajar con piezas de gran tamaño y una gama cromática limitada, capaz de unificar todo el espacio y mantener un vínculo claro con el mar y con el carácter gijonés. Nuestra intención era que cualquier persona que pasara por allí pudiera encontrar algo propio en el mural, algún guiño, alguna historia que le resultara familiar.
La fase de documentación previa nos llevó a canciones tradicionales, blogs como Canciones de chigre, referencias como Rodrigo Cuevas, Nacho Vegas, artículos, crónicas y entrevistas. Una pieza clave fue un vídeo de “La Tarabica” recogido por la artista Begoña Muñoz.
Era imprescindible incluir la historia de Cimadevilla, barrio marinero y portuario, así como el mundo de las pescaderas y sardineras y todo el tejido de oficios tradicionales que han dado forma a la identidad de este enclave. También decidimos incorporar a figuras muy queridas, como Rambal, situado al final del dique, y una sardinera en homenaje a La Tarabica. Tampoco queríamos dejar fuera expresiones populares tan vivas como “ir a ver la ballena”.
El aspecto más portuario también tenía que estar presente, formando parte esencial del conjunto.
Todo ello lo unificamos bajo el lema “Xixón ye marineru”. Un trabajo concebido para que cada persona pueda, de algún modo, sentirlo suyo.